Breves apuntes sobre el pensamiento de Charles Maurras y la Action Française en Méjico y Centroamérica
Por Francisco de Lizardi
Al intelectual integrista católico mejicano Jesús Guisa y Azevedo se le debe la introducción de Maurras al ámbito político nacional tras luego de entrar en contacto con su obra tras cursar Filosofía en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, en 1923. Promotor de la obra de otros autores católicos como Paul Claudel, Hilaire Belloc, José María Pemán, etc; Guisa y Azevedo adhirió una forma de latinismo hispanista —en un principio admirador del fascismo mussoliniano—, volcándose en un entusiasmo por la España del Generalísimo Franco.
Guisa y Azevedo fue miembro fundador del conservador Partido Acción Nacional (PAN) e integrante de su primer Consejo Nacional, apartándose de manera pronta del mismo para pasar a las filas de la Unión Nacional Sinarquista, movimiento popular de corte católico corporativista. Otro de los intelectuales mejicanos en beber del pensamiento de Maurras fue el ambivalente Efraín González Luna, destacado político y dirigente del PAN quien tendría por referencia a la Action Française, de la cual tomaría el nombre de Acción Nacional, refiriéndose a la agrupación como «uno de los esfuerzos políticos más admirables de la historia moderna».
En lo que a Centroamérica refiere, destaca la figura del poeta católico nicaragüense Luis Alberto Cabrales —uno de los fundadores del movimiento literario de Vanguardia en el país—, miembro de la Action Française desde su estadía en Francia con propósito de sus estudios en Ciencias Políticas. Habiendo tratado al mismo Maurras, Cabrales se da a la tarea de dinfudir la corriente maurrasiana entre miembros de Vanguardia, resonando particularmente en los autores Pablo Antonio Cuadra y José Coronel Urtecho, pertenecientes al creciente «movimiento reaccionario integral» nicaragüense.