El triple origen del yugo y flechas en el nacional-sindicalismo español
Por Francisco de Lizardi
En 1927, el periodista Rafel Sánchez Mazas, de futura militancia falangista, propuso la reposición del yugo y las flechas de los Reyes Católicos como símbolo de la revivificación del pueblo español en su conferencia Algunas imágenes del Renacimiento y el Imperio. Esta reflexión supuso la primera tentativa por la reincorporación de las flechas yugadas en la actuación política española, idea en que coincidirían otras figuras del mismo ámbito, hasta finalmente, y muy extrañamente, confluir sin saber habían otros que así lo pensaban.
Desconociendo este hecho, Ernesto Giménez Caballero creería ser el primero en proponer, en 1929, el uso de las flechas yugadas a manera de «signo nacional de futuridad» en su manifiesto Carta a un compañero de la joven España, primer texto del «fascismo» español:
Nudo y haz; Fascio: haz. O sea nuestro siglo XV, el emblema de nuestros católicos y españoles reyes, la reunión de todos nuestros haces hispánicos, sin mezclas de Austrias ni Borbones, de Alemanias, Inglaterras, ni Francias; con Cortes, pero sin parlamentarismos; con libertades, pero sin liberalismos; con santas hermandades, pero sin somatenismos. Nodo, culmen, haz.
De manera similar, y según cuenta en Memorias de un dictador, Giménez Caballero habría dado también con la adopción de la bandera roja y negra, a la que se le colocarían las flechas yugadas, en un intento por «nacionalizar» el ideario anarcosindicalista español en 1929. Siguiendo esta línea, el jonsista Manuel Souto Vilas sugeriría la adopción del término «nacional-sindicalismo», desplazando la posibilidad de definirse nacional-socialistas, como en un principio lo había pensado Ledesma Ramos.
La publicación de Carta a un compañero de la joven España le acercaría a Ramiro Ledesma Ramos, con quien colaboraría en 1931 en calidad de firmante del manifiesto inicial de La Conquista del Estado; incorporándose de esta manera al germen político del nacional-sindicalismo. Del seminario de la La Conquista del Estado surgirían las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) —durante algún brevísimo tiempo, llamadas Juntas Españolas; JEONS—, haciéndose de las anteriores propuestas de Giménez Caballero el conocido blasón de la organización.
Una tercera e idéntica proposición vendría de parte de Juan Aparicio López, jonsista de la primera hora, quien propondría la utilización del yugo y flechas como emblema de las JONS al recordar que su entonces profesor en Derecho político, el socialista Fernando de los Ríos, le había señalado como símbolo del fascismo, de haber surgido este movimiento en España y no en Italia. Así lo recuerda Ledesma Ramos en ¿Fascismo en España?, así como el propio Aparicio López en distintas entrevistas.
Al ilustrador Roberto Escribano Ortega, caricaturista de La Conquista del Estado de formación monárquica quien luego abandonaría las JONS por el carlismo, se le delegó el graficar el haz de flechas yugadas. Tras producirse distintos diseños, se fijó en cinco el número de flechas para que fuesen radiales al yugo, situado en la intersección del haz. Algunas otras propuestas lo fueron la Cruz de Santiago atravesada por dos flechas, así como tres flechas solitarias al vertical.
En medio de este proceso, aparece en abril de 1931 la por todos bien conocida garra hispánica; una garra de león dentro de un disco solar, símbolo ideado por Ledesma. Este signo, aunque icónico, figuraría en La Conquista del Estado sin jamás llegar a ser adoptado oficialmente por las JONS. En marzo de 1933, el núcleo de las JONS empieza a colaborar con los futuros fundadores de Falange Española a través de la publicación del semanario El Fascio, cuyos contenidos reiteran el uso del yugo y flechas como símbolo exclusivo del nacional-sindicalismo. Es a través de la aparición del único número de El Fascio en que confluyen las plumas de Sánchez Mazas, Giménez Caballero y Aparicio López; en defensa los tres, aunque venidos por distintos caminos, de tal símbolo, al que se denominan «haz hispano».
Muy al contrario de lo que se cree, Falange Española no empleó ningún símbolo como propio, utilizando únicamente sus iniciales (F.E.) como emblema. Curiosamente, el órgano oficial de las JONS advirtió el peligro de la apropiación de Falange de las flechas yugadas. No sería hasta la unificación entre ambos partidos en febrero de 1934, y con ello la aparición de Falange Española de las JONS, que la organización emplearía el yugo y flechas como propio.