Falgar es un proyecto musical puertorriqueño de composición unipersonal en la línea del neofolk hispano dirigido por Etienne Tel'uial aparecido en otoño de 2007. Etienne nos concede ahora una entrevista para la Asociación Cultural Robert Brasillach con propósito de la publicación de su nuevo álbum «Misterios de Ilurbeda» (lanzado el 3 de marzo del presente año) realizada por Jimena Albarrán y Francisco de Lizardi.
JyL: Nos permitimos iniciar la entrevista con el atrevimiento de preguntar: ¿Quién es Etienne?
E: Saludos a los dos y gracias por esta entrevista. Esta pregunta quizás sea la más difícil de contestar, ya que mi música trasciende quien soy como individuo. Yo soy un hombre de San Juan, Puerto Rico, criado por una madre puertorriqueña católica y un padre norteamericano. Me crie católico y en muchos aspectos lo sigo siendo hoy en día, pero también soy antropólogo, y esto me ha llevado a cuestionar e ir más allá del paradigma judeo-cristiano. Mi padre es de descendencia askenazí (los judíos de Europa oriental y septentrional) lo cual en Puerto Rico no es muy común, y esto tuvo mucha influencia en la búsqueda de mi identidad. El me enseñó a cuestionarlo todo, y a usar mi propia mente para llegar a mis propias conclusiones, sin tener que seguir las masas. Mi padre me inculcó un intelectualismo socrático desde muy chiquito, una esencia que se me hace difícil explicar. Corría mucho la patineta en mi vecindario desde chiquito y mi primer instrumento fue la batería, que desde ahí fui expandiendo a otros instrumentos. Desde pequeño me encantaba la música gregoriana que gracias a mi padre, escuchaba a menudo y también a veces pretendía que era un guerrero de antiguos tiempos, con mi arco y flecha hecha de la madera de mi patio. Esos son algunos de los detalles de mi juventud, recuerdos que siempre vivirán conmigo. Pero hoy en día me considero primero que nada un músico puertorriqueño, criado con el intelectualismo clásico de mi padre y con el espíritu hispano tradicionalista de mi madre, tratando de transmitir una esencia solariega que siento en la sangre, que no es totalmente mía, sino también de mis ancestros (los ibéricos hispanos y los askenazí de estirpe europea mediterránea). Todo se lo debo a ellos, porque sin ellos no existiría.
JyL: ¿Cómo y bajo qué circunstancias es que se engendra el proyecto de Falgar?
E: Falgar comenzó en San Juan, Puerto Rico (en el barrio de Cupey) cuando yo tenía los dieciséis años en el 2007. Empezó como un proyecto de “black metal”, y grabe varios discos en ese estilo en los primeros años del proyecto. Era un escape para mí, una forma de entrar a mi propio mundo mitológico y fantasioso. Tenía varias bandas (una de death metal y otra de rock experimental) pero yo siempre fui un músico solitario, en el sentido que escribo mejor solo, sin tener que hacer ningunos compromisos. Empecé a grabar solo en mi cuarto con solo un micrófono y casetes, hasta que un amigo me ofreció su estudio en el 2008, y ahí fue cuando empecé a grabar de forma más profesional. Falgar para mí siempre ha sido algo muy personal y ha evolucionado bastante con los años. Al principio era black metal muy crudo y agresivo, pero ya para el segundo álbum empecé a ponerle elementos más sentimentales y clásicos. Y después del tercer disco “La Dama del Alba” decidí cambiar el estilo a música folk, ya que el metal no podía satisfacer lo que tenía por dentro. Y pues así es como comenzó el proyecto que hoy en día se conoce como Falgar. Ha sido un viaje largo, con muchos cambios, pero también en muchos aspectos sigue siendo igual, porque todos mis discos (hasta los de metal) siempre han tenido una temática mitológica y arcaica.
JyL: ¿A quiénes señalarías como tus principales referentes musicales e ideológicos?
E: Empezaré con mis influencias musicales. La música clásica, la música ambiental, el black metal, y el post-punk de los 80’s todos han sido una influencia muy grande a lo largo de los años. Cuando era pequeño, mi padre siempre ponía música clásica en la casa (cantos gregorianos, Vivaldi, Tchaikovsky, entre otros) y yo pienso que ese estilo de música siempre ha sido la base de Falgar, la raíz. La música cristiana de los siglos 13 y 14 también me ha influenciado bastante, especialmente las Cantigas de Santa María (por Alfonso X el Sabio) y los trabajos de Dom Dinis que son hermosos. La música puertorriqueña folclórica como Johnny Albino y el trio San Juan también me han influenciado, y dentro del género de música ambiental los trabajos de Burzum, Roman Monastery, Unforseen, Til Det Bergens Skyggene, Eliane Radigue, etc han tenido un impacto también. Pero hoy en día es mayormente la antropología y la mitología que me inspira para crear mi música. En términos de ideología o ideas filosóficas he tenido varias influencias a lo largo de los años. Los libros “Cabalgar el tigre” de Julius Evola, “La crisis del mundo moderno” de Rene Guenón, “Metafísica de la guerra” de Julius Evola, “El héroe de las mil caras” de Joseph Campbell, “El camino de los hombres” de Jack Donovan, y muchos más me han ayudado y me han dirigido para entender mejor lo que realmente significa la “tradición” y como ejercerla en nuestro mundo contemporáneo. También la poesía de DH Lawrence, Juan Antonio Corretjer, Constantino Cavafis y literatura como “El túnel” de Ernesto Sábato, “La Dama Del Alba” de Alejandro Casona y los libros de Ayn Rand y Dostoievski me han nutrido el espíritu. Puedo seguir nombrando trabajos, pero ya ves que lo que une todos estos trabajos es el amor a la tradición, la jerarquía natural, la mitología y el amor por lo sagrado.
JyL: ¿Cuáles son los valores y principios que busca transmitir el proyecto?
E: Falgar obviamente es un proyecto musical, y lo que transmito suelen ser cosas inefables, sentimientos que no son fáciles de describir. Es un proyecto romántico y con mi música trato de crear mi propio mundo, basado mayormente en el paganismo europeo (y en los últimos tres álbumes, con el paganismo ibérico prerromano, mezclado con una esencia puertorriqueña). Pero indudablemente hay ciertos valores que están enlazado con el proyecto, con la temática de la música. Una de ellas es el concepto de los ancestros, de tus antepasados y de lo que ellos te han transmitido vía la sangre. La idea de que deberíamos honrar a nuestros padres, a nuestros abuelos, etcétera, es una idea que prácticamente se ha desaparecido de nuestra generación y de nuestra sociedad materialista consumidora. Hoy en día hay tanto enfoque en la subjetividad del individuo, en el egoísmo, que ya nadie le importa lo que pensarían nuestros bisabuelos, o lo que pensarían los grandes hombres y mujeres de antes, los que preservaron y lucharon por las instituciones y las tradiciones que hoy en día tenemos. Uno se tiene que mirar en el espejo y preguntarse, “¿estarían orgulloso de mí? “¿Si estuviera aquí mi tatarabuelo, me vería como un hombre? Uno se tiene que comparar siempre con los de antes, con los que vivieron en tiempos más difíciles. Eso es a lo que me refiero con lo de los ancestros. Yo canto por ellos, para que me honren algún día.
Además de eso, también trato de expresar conceptos mitológicos, que para mí son sagrados y merecen ser propagados. Conceptos mitológicos como la muerte y el renacimiento del héroe, o del dios (la prueba para cualquier joven que quiera convertirse en adulto). El descenso hacia el inframundo, hacia las profundidades de tu mente, para destruir el hombre o la mujer débil, para matar la serpiente telúrica, materialista y profana de la oscuridad, y luego volver al mundo con una nueva sabiduría, con la luz solariega y resplandeciente de todo lo que ha sido acumulado por tus ancestros. Este concepto se ve en muchas mitologías, y hasta en el cristianismo, cuando Jesús es crucificado y luego baja al infierno, o al inframundo y después de tres días resucita y renace de nuevo. Se ve en el mito de Balder, el de Teseo, el de Dionisio y muchos más. Estas figuras heroicas pueden tener muchas representaciones. Pueden representar el sol, la fecundidad, la fortaleza mental, la tradición, o muchas otras cosas, que como todo en este mundo tienen que descender, para luego renacer más fuerte que nunca. (Esos son los arquetipos que yo trato de expresar con Falgar. La tradición, el mito occidental primordial, y el recuerdo de nuestros familiares fallecidos que todavía siguen con nosotros.
JyL: Prestando atención a la lírica, mística y estilo que tanto distingue a Falgar habría que preguntar; ¿Cómo es que surge esta fascinación en torno a lo hispano-íbero?
E: Mi fascinación con lo hispano-ibero viene de mi trasfondo antropológico, de mi identidad y de mis ancestros por mi lado materno. Desde chiquito en San Juan, mi abuelo y abuela (Jorge Santini Rodriguez, que en paz descanse y Gladys Colón Ramos,) siempre decían que España era la madre patria. Mi abuelo tenia ojos azules y piel muy blanca, y se crio en el pueblo de Aibonito en las montañas de la cordillera central de la isla. Una vez el me dijo que cuando él estaba en España viajando hace años, sintió algo ahí, alguna raíz, algo en la sangre, como si estuviera en casa, y eso siempre se me quedó en la mente. Mi abuela era del pueblo de Dorado en la costa norte de la isla, y tenía descendencia Gallega. Puerto Rico es mi patria, es mi hogar, eso no lo niego, pero siempre ha habido esta afinidad con España. Con mi perspectiva antropológica y mi fascinación con la historia y el pasado, era inevitable que mi búsqueda me llevaría a iberia, el país del ocaso. De ahí es de donde viene mi fascinación con lo hispano-ibero. De mis propias, raíces, mis abuelos y mi crianza. Puerto Rico es mi tierra, pero España siempre ha sido el manantial.
JyL: Hesperia, Hispania, España… ¿Qué denominación consideras más apropiada o preferible en tanto a la Madre Patria solar?
E: Hispania es la más que me llama la atención por el contexto histórico romano y visigodo que luego explicaré, pero los otros términos también tienen su valor. Hesperia es particularmente bello por la referencia a la ninfa griega que cuidaba del jardín con las manzanas de oro en el extremo occidente. En la mitología ese supuesto jardín estaba localizado en Iberia o en la península itálica. Iberia es la región de Europa donde el sol se ponía todas las noches. Por eso es que se refería a Iberia como el país del ocaso, el país de la oscuridad, porque era la puerta al inframundo (Hades), la frontera final. En este aspecto la península ibérica tiene una esencia muy solariega, porque es la tierra donde el sol se va dormir, y en esa oscuridad podemos encontrar los secretos de esta vida. El nombre España también es bello, porque es el nombre que usamos hoy en día. Se siente familiar, cómodo y tiene un dulce sonido cuando se dice. Pero el nombre Hispania para mi tiene una fuerza que las otras dos no tienen. El término Hispania se usó por primera vez con los romanos, o por lo menos esos lo que nos dicen los vestigios. Sin Roma no existiría la España que hoy en día conocemos. Nuestra lengua y el catolicismo vienen de esa raíz romana latina. Cuando se cayó el imperio en el occidente, vinieron los visigodos, y bajo el reino de los visigodos fue cuando realmente empezamos a ver un indicio de lo que terminaría siendo España. Durante la reconquista fue cuando España realmente adquirió su espíritu, porque tuvo que luchar por ella. Si no fuera por los visigodos no habría una España, y tampoco habría una Latinoamérica. Hispania en esos tiempos tuvo que luchar por su identidad europea y occidental. Esa lucha que duró siete siglos, esa lucha dentro de ese contexto histórico es lo que hace Hispania un nombre tan hermoso y solariego.
JyL: Partiendo de la descripción que ofreces de tu nuevo álbum en tanto al antiquísimo culto a Ilurbeda, ¿De dónde proviene el interés por la divinidad arquetípica femenina?
E: Yo siempre he sido una persona romántica, en el amor y también en el arte y en mis ideales. Hay algo de la mujer que siempre me ha atraído obviamente siendo hombre, en un aspecto clásico mitológico. Mi madre siempre ha sido una figura muy importante en mi vida y hay algo muy sagrado en la mujer, quizás un poco más que en el hombre. La mujer es la que engendra, la que transmite su sangre a su cría, y es la que tiene que ser protegida. Pero la mujer humana es solo una representación de este arquetipo, una forma. Las divinidades femeninas deberían representar todas las formas femeninas existentes. La tierra, la fecundidad, la transmisión de la tradición, el agua o el mar (por su falta de forma concreta y por ser el ingrediente primordial de la creación), lo telúrico, lo que tiene potencial, para mí todo esto es parte del arquetipo femenino (por lo menos dentro de la mitología y las tradiciones arcaicas). No sé de donde exactamente viene mi interés por este arquetipo, es algo inexplicable quizás, pero sí sé que dentro de una mujer hay un mundo entero, y ella es la que carga la raíz de nuestra raza.
JyL: ¿La figura de la madre, la amada y la compañera mística implica para ti algún significado más allá de lo que dejan ver las letras de tus canciones?
E: Como expliqué en la pregunta anterior, la figura femenina, y todas asociaciones con este arquetipo es algo que me ha influenciado bastante para crear mi música. Las letras en las canciones de Falgar en mi opinión siempre han sido muy minimalista. Yo a veces repito palabras o pequeñas frases para una canción entera, porque se trata más de la atmósfera y de crear un ambiente hipnótico y somnoliento. La figura de la madre, la amada y la compañera mística son todos conceptos presentes, pero yo creo que la atmósfera de la música lleva todo eso a un plano inefable. Yo quiero que el oyente se traslade a un plano mitológico, donde no existe el tiempo, pero donde los arquetipos tradicionales occidentales estén vivos y presentes.
JyL: El haber elegido el tercer día del tercer mes del tercer año de la presente década como fecha de publicación del nuevo álbum no habrá sido casualidad. ¿Qué significado guarda aquello?
E: Yo siempre lanzo mis álbumes en los viernes, porque para mí es un día sagrado y es mi favorito día de la semana. La palabra viernes viene de “venus”, la diosa romana de la fecundidad y la belleza. Es la representación perfecta para el arquetipo femenino divino. Pero escogí el viernes 3 en particular porque también me gustan los primeros días del mes. Cuando entra un mes nuevo, siempre es buena hora para empezar nuevo, para retarse, para renacer en alguna forma u otra. Y escogí el mes de marzo porque no estaba tan lejos y es el mes del equinoccio de primavera. Fue más tarde que me di cuenta de todos los tres que habían (la trinidad sagrada), y eso me convenció rotundamente que había escogido la fecha perfecta para lanzar el álbum.
JyL: En torno a la pregunta anterior, ¿Existe una relación meditada entre el título de la canción última, Ilurbeda, de tu previo disco —Recuerdos del Inframundo— con el presente álbum?
E: La última canción de cada álbum (especialmente de los álbumes más recientes) siempre tiene una función de presagio. Es decir que la última canción anuncia lo que vendrá en el tiempo entre álbumes. Después de haber lanzado “Recuerdos del inframundo” yo empecé a estudiar ardientemente la deidad ibérica Ilurbeda. En agosto del 2022 me fui a España por unas semanas a la misma región donde se veneraba la divinidad (territorio Vetón en lo que era la Lusitania romana). Quería estar en ese mismo espacio, quería pisar la misma tierra que pisaban los que estaban ahí en esos tiempos y conectarme con esa esencia (como magia contagiosa). La deidad Ilurbeda, aunque sea poco conocida y estudiada, de lo más seguro fue una divinidad relacionada con las montañas y sus caminos difíciles para cruzar. La deidad te podía guiar quizás por esos caminos difíciles, igual como si fueras a coger el camino hacia el inframundo, hacia las profundidades de tu propia mente. Indudablemente la última canción de ese álbum (Recuerdos del inframundo) nos estaba dejando saber que algo relacionado con esa deidad estaba a punto de venir, y que Ilurbeda me esperaba en sus senderos solariegos de Lusitania. Esta fascinación al fin al cabo me guio a crear la idea para el álbum “Misterios de Ilurbeda”. Virtus es la última canción de ese disco, e igual como el disco anterior, me servirá como presagio, como una señal de lo que está a punto de venir.
JyL: ¿Qué opinión te merece el estado actual, material y espiritual, de Puerto Rico y la América española?
E: Hablaré de Puerto Rico mayormente porque es el lugar que conozco más obviamente. Puerto Rico tiene muchos problemas, y la cultura como tal en Puerto Rico también tiene sus aspectos negativos (como cualquier otro país). Fuimos una colonia de España por más o menos 400 años, y nos enseñan desde muy chiquitos que nuestra cultura (y raza) es una mezcla de lo español, lo indígena y lo africano. Esto es cierto para mucha gente, pero hay muchos que son mayormente de descendencia española, o de descendencia indígena o africana, esto se ve en casi todos los países de Latinoamérica. Existen divisiones raciales y de clase social, y no digo esto porque quiero someter a una clase en particular, sino porque es simplemente la realidad. Desde muy joven siempre me sentí más en línea con lo occidental, con los elementos europeos de nuestra cultura. Siempre he querido ver a Puerto Rico como un país más español que nada, que las raíces occidentales salgan más brillantes que nunca, pero entiendo que esa no es la realidad. Puerto Rico ha sido una colonia de los Estados Unidos desde el 1898 cuando invadieron las tropas americanas, y ha habido mucha americanización en la isla (más en las áreas metropolitanas). Yo soy producto de esa americanización, ya que mi padre es americano, pero siempre he defendido la españolidad de Puerto Rico, que en mi opinión son las más fuertes raíces culturales en la isla. Puerto Rico sigue siendo culturalmente hispano sin ninguna duda, pero hay una contaminación en el aire, con el consumismo, los centros de comercio en cada esquina, la falta de educación en los jóvenes, y el spanglish que ha invadido nuestra lengua en muchos aspectos. Todas estas cosas se encuentran en toda Latinoamérica, y es un problema que tenemos en el mundo occidental, no solamente en los países latinos. Hay una deterioración cultural en todo el mundo occidental. Hoy en día domina una cultura extremadamente materialista, y hasta la música más popular y propagada (como el reggaetón, el rap, el trap, el R&B, etc.) no expresan nada profundo ni ancestral. Expresan temas basados en el puro instinto, en el dinero, en el sexo promiscuo, en la intoxicación, y en la anti-autoridad. Carece de esa profundidad que busco en la música. Y objetivamente sabemos que todos esos géneros (¿por casualidad?) vienen de raíz africana o negra. No tiene nada de lo sagrado. La música más antigua de Puerto Rico, como el bolero, la serenata, o hasta la música jíbara del campo para mí por lo menos tienen algo sano y tradicional, y sin duda tienen un espíritu solariego y romántico. Pero ya lamentablemente nadie casi escucha esa música. A mí me gustaría ver un Puerto Rico libre de esta corriente materialista, pero yo sé que eso es casi imposible. A nadie le importa ya los viejos mitos, a nadie le importa en Puerto Rico lo que es el espíritu occidental hispano (ni piensan en esas cosas). Yo siempre he andado solo en este aspecto. Pero con mi música y con las cosas que escribo, espero por lo menos propagar algo del plano sagrado, algo tradicional y algo que ya se ha perdido en nuestra sociedad adormecida, intoxicada y entretenida. Eso es lo que hay.
JyL: ¿Sostienes otros proyectos en la actualidad?
E: Además de Falgar (que es mi proyecto principal) tengo varios proyectos. Louksna es mi proyecto de black metal o de metal experimental que empecé en el ano 2020, y con ese proyecto ya he lanzado unos cuantos discos. También tengo un proyecto que se llama Triumphant Race, que es música synth-pop/coldwave, influenciada por el sonido synth y gotico de los 80’s. He tenido muchos proyectos en el pasado que ya no están activos, pero los que sí están activos en la actualidad son esos tres.
JyL: ¿Hay algo quisieras añadir o decir a nuestros lectores?
E: Gracias por el apoyo y por esta entrevista tan honesta. Ha sido un placer.