Es necesario que adoptemos una definición del héroe que vaya acorde con nuestras ideas y principios; para ello citaremos una tesis del escritor español José Luis Jerez Riesco, quien aborda esta figura definiéndola en una entrevista videograbada que le hizo Acción Literaria Dünedain, Concilios a distancia #27 (20 de diciembre de 2021) sobre su libro Skorzeny, el héroe legendario (Ediciones Fides, 2021). Jerez Riesco comenta que “de los héroes legendarios, como lo fue el austriaco Otto Skorzeny, recibimos dos cosas importantísimas en nuestras determinaciones: la antorcha, que representa la transmisión, la comunicación y el referente y, por otra parte, el filo de la espada, ya que en su generalidad los héroes son guerreros y hombres con características especiales que los definen y los hacen inmortales; es decir, que la inmortalidad se alcanza por vía de la heroicidad.
La antorcha significa que recibimos la luz que nos aclara y despeja la oscuridad, la cual también simboliza el comportamiento correcto del hombre ejemplar que es el héroe; la espada, a su vez, representa la idea fuerza y el vigor que debemos imprimir a nuestros actos. Otto Skorzeny nos brindada esas dos rutas, esas dos vías: la antorcha y la espada. El hombre que es héroe y que estamos proponiendo como una norma de conducta vive peligrosamente (como lo establece Nietszche en uno de sus aforismos), pero también agudizando los sentidos y tensando el arco de la inteligencia para acabar con la incertidumbre y la putrefacción del mundo moderno. Vivir peligrosamente, entonces, consiste en encontrar el camino de la dignidad y el honor que nos sacará del caos y las tinieblas en los que estamos inmersos; esto se logra solamente afrontando los riesgos que nos depara la existencia para no quedar sumidos en la orfandad.
La enseñanza de vida que nos pueden transmitir los héroes es que hay que vivir como luchadores, como valientes y no como seres míseros y pusilánimes… eso es vivir peligrosamente. En este sentido, pero con otras palabras, Benito Mussolini aconseja que ‘es preferible vivir un día como león y no cien como oveja’, y para llevar a cabo dicha consigna hay que oponer los valores de la rectitud y el heroísmo, y mostrar una voluntad de poder, que es otro ejemplo que nos proporciona el héroe legendario: el hombre que es dueño de su propio destino.
En el libro En busca de la felicidad. Mitología y transformación personal (Editorial Kairós, Colección Sabiduría perenne, 2014), el cual está conformado por las últimas conferencias y talleres del teórico Joseph Campbell, y de los que se tomaron sus conceptos sobre los artistas y el periplo vital del héroe, conocido como “monomito”, se desprende que: “El artista [el hombre] se encuentra destinado a unir los objetos de este mundo, de tal manera que, a través de ellos, experimentes esa luz, ese resplandor que es la luz de nuestra consciencia y que todas las cosas ocultan y, cuando se miran adecuadamente, revelan. El viaje del héroe es uno de los patrones universales mediante el cual ese resplandor se muestra brillantemente. Lo que creo es que una buena vida es un viaje de héroe tras otro. Una y otra vez eres llamado al reino de la aventura, eres llamado a nuevos horizontes. Cada vez hay el mismo problema: ¿me atrevo o no? Y luego, si te atreves, los peligros están ahí, pero también la ayuda [divina]”.
En conclusión, el arquetipo de héroe que adoptamos es aquél que transmite a sus seguidores la antorcha del conocimiento y la comunicación como si fuese un Prometeo moderno, y con la que va disipando las tinieblas de la ignorancia y el pensamiento unipolar, pero también la tea que irradia con su fuego crepitante una axiología de valores que sustentan la cultura del gesto y el estilo y, por otra parte, el guerrero que enarbola la espada con la que templa su espíritu y ejercita su voluntad de acero, siguiendo una línea de conducta irreprochable, la cual se basa en la divisa “vivir peligrosamente”, ya que el héroe está dispuesto a mantenerse combativo y determinado en todas sus acciones, las cuales emprende en un viaje heroico tras otro, donde manifiesta un gusto por la aventura y donde se solaza en el combate y el atrevimiento para descubrir horizontes inéditos en un mundo en el que prevalece la castración y lo anti heroico.